FERIA ELECTORAL CANDIDATOS INVIERTEN MILLONES SIN FISCALIZACIÓN
En Honduras, la política es un espectáculo sin desperdicio, y como en toda buena función, lo importante no es de dónde sale el dinero, sino que el espectáculo continúa.
La Red por la Defensa de la Democracia (RDD) ha lanzado su más reciente informe, revelando que antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera el banderillazo de salida, los precandidatos presidenciales ya habían gastado la modesta suma de 20 millones de lempiras en actividades políticas.
Unas campañas austeras, casi benéficas, que buscan la transparencia con el mismo entusiasmo con el que un zorro cuida un gallinero.
Los grandes protagonistas de esta fiesta del gasto son, por supuesto, los tres partidos de siempre: el Partido Liberal, el Partido Nacional y el Partido Libertad y Refundación (Libre), quienes han sido generosamente monitoreados por la RDD.
Entre luces, cámaras y mítines, el movimiento de Nasry Asfura del Partido Nacional se lleva el galardón al más prolífico en eventos proselitistas, seguido de cerca por la presidenciable y, casualmente, la actual secretaria de Defensa, Rixi Moncada, quien ha demostrado que en Honduras se puede ser árbitro y jugador al mismo tiempo sin despeinarse.
La organización no ha pasado por alto el “detalle” de que los candidatos no han presentado sus gastos ante la Unidad de Política Limpia (UPL). Pero, ¿para qué tanta formalidad? Si algo nos ha enseñado la política hondureña es que la transparencia es un concepto flexible.
A todo esto, la pregunta del millón –o mejor dicho, de los 20 millones– sigue en el aire: ¿de dónde provienen los fondos? Helicópteros, asesores, encuestas, pancartas, conciertos con reguetón electoral… todo esto cuesta, y no precisamente en cupones de descuento.
El representante de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Juan Carlos Aguilar, tuvo la osadía de señalar la falta de transparencia en estos gastos, asegurando que “se están quedando cortos, son austera. Y tiene razón, porque si en Honduras algo nos sobra, es la confianza en que tarde o temprano el dinero encontrará su propio camino hacia donde sea necesario… o conveniente.