GASTO PÚBLICO CUANDO “OPTIMIZACIÓN” RIMA CON “DESPILFARRO”
Mientras Honduras sigue navegando en su eterno océano de deudas y gastos cuestionables, el sector público ya se ha echado al bolsillo L3,794.3 millones en apenas unas semanas de 2025. ¡Y eso que aún están “trabajando” con el presupuesto ampliado de 2024! Porque claro, cuando la austeridad es un mito, el despilfarro es un arte.
Según el último informe de la Secretaría de Finanzas (Sefin), el presupuesto se está yendo principalmente a “servicios no personales”, con una ejecución de L1,842.6 millones. ¿Qué significa esto? Tal vez nadie lo sabe con certeza, pero suena lo suficientemente ambiguo como para justificar cualquier cosa, desde cafés gourmet hasta contrataciones de dudosa utilidad.
Deuda, sueldos y… ¿otros gastos?
El segundo mayor rubro es el servicio de la deuda pública, que ya alcanzó L 855.1 millones. Es como esa tarjeta de crédito que nunca logras pagar, pero aquí con números que hacen llorar hasta al más optimista. Luego vienen los sueldos y salarios con L607.6 millones, porque, admitámoslo, los fantasmas en las planillas no se pagan solos.
Presupuesto 2025: más lempiras, mismos resultados
Con apenas un 0.92% de ejecución del presupuesto ampliado al 15 de enero, el gobierno sigue esperando que el Congreso Nacional apruebe el nuevo presupuesto de 2025, que asciende a L430,907.8 millones. A ver cuando los diputados por fin se sientan a legislar.
Por supuesto, las autoridades aseguran que están trabajando para “optimizar la ejecución” y “beneficiar a la población”. Aunque, a juzgar por las prioridades, parece que los únicos beneficiarios son los mismos de siempre: la deuda, los salarios inflados y las cuentas misteriosas.