LUIS ZELAYA SE PONE QUISQUILLOSO
Luis Zelaya actúa como si de verdad creyese que la va a oler en las internas del 9 de marzo. O al menos eso dio a entender con la carta que le envió este jueves al fiscal de la refundación, Johel Zelaya, pidiéndole con la delicadeza de un flor que si algún individuo se quiere pasar de vivo cometiendo un delito electoral el día de las votaciones, que lo tope según mande la justicia.
O sea, no es que lo que está pidiendo sea malo, al contrario; si no que esa pareciera ser una atribución más propia de un candidato con posibilidades de triunfo y no tanto de uno que seguramente solo llegará a cantar el estribillo. Pero independientemente de todo, ojalá que el fiscal le pare bola y, sobre todo, que actúe según lo que Luis le está pidiendo.
Alude Luis, y con razón, las chanchadas ocurridas en votaciones pasadas, como las generales del 2017 y las internas del 2021, procesos electorales de los cuales salió con la cola entre las patas tras la cachimbeada que le dieron, que de chascada también incluyó el hecho de que le arrebataran la batuta del partido colorado, al que parecía estar llevando al precipicio.
“Estos hechos no solo afectaron la confianza ciudadana en las instituciones, sino que también minaron la credibilidad del sistema democrático”, reza un fragmento de la carta; una obviedad bien se la pudo haber ahorrado, aprovechando ese espacio para presionar de verdad a Johel, al que bueno hubiese sido que le insistiera en el hecho de que si en algún momento le tocara proceder contra algún fraudulento, que lo haga sin mirarle el color de la ropa que lleve puesta, pues últimamente ha hecho del sesgo su patente.