NO QUIEREN SOLTAR LA TETA
Muestra clara de lo bien que se vive siendo alcalde, independientemente del pijalillo que se trate, es La necesidad imperiosa demostrada por la inmensa mayoría de ellos en querer reelegirse por cuatro años más para seguir mamando la teta. Y para muestra un botón: nueve de cada diez ediles del país andan con la bulla de continuar amarrados a sus sillas.
Estamos hablando de un promedio del 87%; es decir 258 de los 298 alcaldes actuales, que por la razón que sea y pese a los dolores de cabeza que se supone conlleva muchas veces el ejercicio de sus funciones, van a aparecer sí o sí una vez más en las papeletas el 9 de marzo, día programado para las internas.
Pero más allá de la asombrosa cifra, lo que realmente deja a muchos con la jeta abierta es que unos cuantos de ellos andan queriendo cuatro años más en el cargo pese al rimero de cuentas pendientes que tienen con la justicia; con lo cual, hacen que sus postulaciones caigan en el saco de la sospecha.
Pero agárrese, que la cosa no acaba ahí, porque el porcentaje podría ser todavía mayor si se toma en cuenta que ocho ediles fueron electos por partidos minoritarios, que no podrán tirar rostro en las primarias, pero sí en las generales de noviembre, haciendo que el bulto sea aún más grande.