ZAMBRANO Y ROOSEVELT SE CAREAN
Una de las escenas más morbosas que se vieron durante la inauguración de la nueva embajada gringa en la capirucha fue el fugaz encuentro entre el mandadero de Rixi en el Ejército, Roosevetl Hernández, y el cachureco Tomás Zambrano, quien meses atrás lo anduvo queriendo interpelar en el Congreso.
Fue un encuentro breve, brevísimo, de apenas unos segundos, que sin embargo bastaron para poner a los más cizañosos a quemar neuronas preguntándose qué demonios se habrán dicho ambos personajes tras no haber fructificado la susodicha interpelación por el activismo político del chafa a favor del gobierno refundidor.
¿Acaso aprovechó Tomy para cantarle sus verdades al no poder haberlo hecho en el Congreso? ¿Acaso Roosevelt le reclamó al diputado por sus críticas envenenadas? Solo Dios sabrá, porque pese al apretón de manos que se dieron también hubo chance de dedicarse unas palabritas.
En fin, sea lo que sea que se hayan dicho, se lo vio a Roosevelt el gusto de presenciar ‘in situ’ el chonguengue en la nueva sede diplomática del Tío Sam, luego de que tanto él como su patrona Rixi salieran diciendo que la eliminación del tratado de extradición con los gringos se debió a que estos estaban tramando algo bajo bajo para bajárselo del puesto.