EL RETRATO DEL CONSERJE
Los coqueteos de Roosevelt Hernández con los personajes de la refundación nacional, incluidos los más gatos, van ‘in crescendo’, a tal punto que el patrón del Ejército hasta se tomó el costo de vaciar la caja chica para agasajar al señor Luis Redondo Guifarro, obsequiándole un retrato pintado a mano del conserje del Congreso, que ni corto ni perezoso corrió a presumirlo en sus redes.
El retrato en cuestión da cuenta de la silueta perfectamente perfilada del mandadero de Mel; es decir, un regalo de mandadero a mandadero, quizás para dar fe de la empatía que uno siente por el otro, al encontrarse ambos en la misma cara de la monera y con roles similares en el fondo, aunque no tanto en la forma.
“Mi agradecimiento a todos los miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras, así como a los oficiales generales de las promociones 27, 28 y 29, y a la Junta de Comandantes, bajo la dirección del General de División Roosevelt Leonel Hernández Aguilar, por el reconocimiento otorgado este día en el Estado Mayor Conjunto”, escribió Redondo en sus redes, correspondiendo así el rastrero gesto del jerarca militar.
Y es que no es por nada, pero razones tuvo para agradecerle, al menos por las 50 libras menos de sobrepeso que aparenta en la pintura, adornada con un marco ciertamente anticuado, más propio quizás de la abuela que en paz descanse, que, del propio Roosevelt, que al pie de la pintura plasmó incluso un mensaje inteligible a ojos de quienes tuvieron el desagrado de encontrárselo en su timeline de X.